Un duro golpe a las redes del microtráfico y a las ollas de droga propinó ayer la Policía de Bolívar: capturó a un presunto jíbaro que transportaba panes recién salidos del horno, listos para la venta y con perico en su interior. A la vez, descubrió una nueva estrategia usada para comercializar estupefacientes.
La detención de esta persona, de 58 años de edad y cuya identidad no fue suministrada por la institución, se produjo en el municipio de El Carmen, cuando camiaba por una de las calles populares de esta localidad y fue interceptado por los uniformados.
Durante la requisa, los patrulleros no le encontraron nada, pero el nerviosismo del individuo atrajo su atención y despertó sus sospechas. Al revisar la bolsa plástica que portaba, hallaron varios panes.
Al partir uno de los produuctos, descubrieron que contenía varias papeletas de base de cocaína. En total, fueron 50 las dosis que estaban camufladas, que según la Fuerza Pública estaban listas para ser comercializadas.
Difícil de detectar. Según las labores judiciales adelantadas por agentes de la Seccional de Investigaciones Judiciales (Sijín) de la Policía del Departamento, gracias a esta modalidad el capturado expendía semanalmente alrededor de un kilo del alucinógeno en varios barrios El Carmen sin despertar ningún tipo de sospecha.
El indiciado y la base de coca incautada fueron dejados a disposición de la Fiscalía seccional número 22 del Carmen de Bolívar por el delito de porte, tráfico y fabricación de estupefacientes.
