Hacen varios meses que los habitantes de los ba-rrios Rabolargo, Cantagallo, La Unión y algunas veredas de El Carmen de Bolívar de arriesgar sus vidas para llegar a sus casas porque nadie ha reparado el puente peatonal que les permitía cruzar sobre el arroyo Alférez.
Son más de 1.000 familias que habitan en estos sectores de la población, las que han manifestado su preocupación porque no han obtenido una solución inmediata al proble-ma de movilidad por parte de las autoridades competentes como la alcaldía.
La presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Rabolargo, Edith Murillo, aseguró que desde que se cayó el puente no han podido concertar una reunión con el al-calde de El Carmen de Bolívar, Galo Torres Serra, para buscar una solución al problema que afecta a una gran par-te de la población.
“Los únicos que nos han escuchado desde que estamos sufriendo con la caída del puente han sido los representan-tes del Ejercito, La Policía y la Infantería de Marina, quie-nes se comprometieron a ayudarnos a buscar una solución al problema, pero advirtieron que necesitan el apoyo de otras instituciones”, precisó.
Además indicó que están preocupados porque en la ri-bera del arroyo Alférez desde hace muchos años han arro-jado toda clase de desechos entre los que se encuentran vi-drios, jeringas y residuos de toda especie, lo que pone en riesgo la integridad física de todas las personas que a dia-rio transita por ese lugar.
Otros dirigentes aseguran que lo que se está presentan-do era de conocimiento público, ya que la infraestructura de madera estaba deteriorada desde hace años porque la administración municipal no le realizaba los respectivos mantenimientos.
Así mismo, aseguran que los más perjudicados con el derrumbe del puente son los estudiantes y los campesinos, quienes diariamente deben asistir a clases y transportar sus productos a diferentes sectores del municipio.
Aseguran que desde la construcción del puente en el año de 1995, las diferentes administraciones que ha tenido El Carmen no se interesaron en hacerle mantenimiento.
Para Carmen Chamorro, habitante del sector, este puen-te se había convertido en una trampa mortal para todos, por el deterioro que presentaba en su infraestructura, la cual se encontraba rota por todas partes, por los años que llevaba prestándole servicio a la comunidad.
Chamorro indicó que de no ser por la ayuda que les brindó alguna vez un ex senador oriundo de este munici-pio, nunca hubieran podido tener por donde transitar y se-guirían llegando a sus viviendas por el sector de la Troncal de Occidente con un recorrido de una hora aproximada-mente.
“Nosotros aquí tenemos un gran problema, porque aho-ra tuvimos que volver a utilizar el sistema de antes, el de hacer el recorrido por otras rutas alternas, pero que están distanciadas del casco urbano”, expresó.
!Que lo arreglen!
Por otra parte, los estudiantes del Centro Educativo La Candelaria ubicada entre los barrios Cantagallo y Rabolar-go piden a las autoridades competentes se construya con urgencia otro puente.
“Queremos recordarle a los administradores del muni-cipio que los que transitamos diariamente por este puente somos niños y personas de escasos recursos y tenemos de-recho a que no se sigan vulnerando nuestros derechos”, anotó Andrea Suárez, estudiante.
Habla Planeación
Por su parte la Secretaria de Planeación, Elsy Miranda, aseguró hace varios días en un medio de comunicación lo-cal que están haciéndole seguimiento al problema del puente para buscarle una solución inmediata.
