El temor de las familias afectadas cada vez es más fuerte, debido a la cantidad de casas que se encuentran prácticamente en el suelo por los derrumbes, razón por la cual le han enviado cartas y realizado solicitudes a todas las entidades municipales, pero no han recibido respuesta alguna.
Además de los deslizamientos, las humildes viviendas también están en peligro a raíz del mal estado de los postes de madera que sostienen los cables de la energía eléctrica, los cuales con el paso del tiempo se han dañado.
Ornela Catalán Guerra, afectada por los derrumbes, le manifestó a El Universal que la situación que ellos padecen es grave y es algo que debe solucionar la Administración Municipal, a través de cada una de las secretarías, en especial la de Planeación y la de Infraestructura, porque lo que está en juego es la vida de una comunidad.
Además, expresan que están decepcionados del Gobierno municipal, departamental y nacional, ya que de ninguno han recibido el mínimo apoyo por hacer parte del censo de familias afectadas por la pasada temporada invernal.
A su vez, aseguran que gran parte de la problemática que hoy día los afecta es responsabilidad de la construcción de la subestación de energía que la empresa de energía Electricaribe levantó allí hace más de diez años.
De igual forma, manifiestan que dentro del mismo barrio han quedado incomunicados debido a las inmensas grietas que están en las principales calles del barrio, generando el desvío por lugares aún más peligrosos que se encuentran cerca a los deslizamientos.
Por otra parte, aseguran que la mayoría de los niños están sufriendo enfermedades virales y tienen problemas de brotes en la piel debido a las aguas servidas que se encuentran estancadas en las profundas grietas que posee el terreno.
