En la imagen ustedes pueden observar sólo un bocachico tendido sobre un alambre, en el patio de una casa humilde o campesina de El Carmen de
Bolívar. Pero, si usted observa con más atención, se dará perfecta cuenta de que ese pezcado está colocado y abierto de tal manera, con un cubrimiento de sal de cocina, que también se le llama sal yodada.
Esta forma de aplicar la sal a la carne, ya sea de res o ganado, de conejo, o de iguana, de cerdo o puerco, data desde hace muchos años atráz. Se desconoce quien fué el inventor de esta
nevera tan enconómica y tan efeciente, que no se paga luz, aquí sólo el sol, el ambiente y el cubrimiento de sal sobre la carne, se conserva por mucho tiempo, sin que se produzca descomposición, gracias a los efectos de sal aplicada