Este domingo, en horas de la mañana, cuando el reloj marcaba las siete de la mañana fué cuando el insigne y apreciado profesor de Metalúrgica en el Instituto Técnico Industrial de la capital del Departamento de Sucre, fallece cuando era atendido en la Clínica de Las Peñitas; producto de un paro respiratorio.

Raimundo Tapia del Valle, era uriundo de El Carmen de Bolívar. Cursó sus estudios de Secundaria en el Instituto Técnico Industrial, que se llama en estos momentos Institución Educativa Técnica Industrial "Juan Federico Hollman".

Después se translada a la ciudad de Sincelejo, donde ingresa como profesor. Aquí eleboró toda su vida, hasta pocas horas de su muerte impartía clase, soportando el dolor de su columna vertebral. Con una sonrisa tanto para sus compañeros de trabajo, como los alumnos que siempre lo admiraban por el estilo de enseñanza que aplicaba, muy recursivo y entregandose por completo a su trabajo, a pesar de estar incapacitado por su salud, el siempre asistiendo a sus actividades laborales.

Varios profesores lo regañaban por que no estaban de acuerdo que continuara trabajando de esa forma, que se mantuviera en reposo, para que cumpliera con la incapacidad laboral, pero Raimundo seguía al frente, ya caminaba muy lento, ya la hemoglobina se encontraba muy baja, Raimundo decía que los médicos de Sincelejo eran unos locos, por que no eran capaces de curarlo de la enfermedad que padecía, comentaban tanto los vecinos como los maestros.

Las excequias fueron llevadas el mismo día domingo en horas del mediodía a la Funeraria La Esperanza.

El lunes en horas de la mañana, Raimundo Tapia fué llevado a la sede del ITI, donde se le rindió su último homenaje junto con los estudiantes, empleados, vecinos aledaños a la institución, profesores y familiares donde podemos mencionar a su querida madre Olga del Valle, Jorge Tapia, Edgardo,su sobrino Julio César,Emiro del Valle, José del Valle y dos mil personas más.

De El Carmen de Bolívar se presentó una grueza comisión de profesores y amigos del ITI con una corona y ramos de flores, para despedir a Raimundo Tapia, que también se le llamaba cariñosamente desde su niñez como El Rey .

Ya pasada las cuatro de la tarde, Raimundo es trasladado en los vehículos acompañantes de la Funeraria La Esperanza, como también de una larga de carros particulares, motorizados, buses que iban repletos de estudiantes, hasta los Jardines del Recuerdo, que queda a las fueras de la ciudad de Sincelejo.

Paz a tus restos gran hombre y hermano.

Como comunicador social esta es mi forma de rendirte el homenaje u otros de ellos, que tus amigos te han rendido, yo lo hago de esta forma, comunicando al mundo, lo que siempre fuistes: un hermano, un compañero, un profesor, un carmero.

Edgardo Alfonso Tapia.